El poder legislativo -diputados como
senadores- son como el hombre de la caverna de Platón. Es decir, la comprensión
del mundo posible, esta condicionada por un falso entendimiento de la realidad.
Es desde esta condición que ellos construyen leyes según su limitada y
condicionada comprensión del status quo.
Sirviéndose ellos de otras instituciones, presionan y condicionan por
medio del poder para que movimientos sociales de bases netamente ateas y de
instituciones como casi toda la clase docente, impulsan e imponen a nuestros
hijos a pensar y aceptar el matrimonio igualitario, el aborto y a futuro otras
cosas que vendrán después de estas. Estos -diputados, senadores y docentes-
instruyen a nuestros hijos a la compresión del hombre llevándolos lejos de la
realidad. El poder ha evitado hacer plebiscito para pedir la opinión de la
mayoría, eso pone en evidencia que los diputados, senadores y docentes son una minoría
que condicionan el pensamiento popular. Carentes ellos de todo pensamiento
ético imponen a toda la mayoría que no acepta nada de lo que ellos proponen. Es
obvio que a box populi el aborto no
es acepado.
Ellos aplican estas condiciones e ideales y lo hacen ley y frente a
argumentos tangibles y contundentes levantan una voz haciéndose vox dei de aparente justicia cuando en realidad es una
voz ignorante y déspota. Es de esta manera como uno de ellos -el senador Miguel Ángel Pichetto- toma un protagonismo tan
radical que desde su arenga tan “vanguardista”
responde a sectores que han condicionado la decisión libre de muchos diputados
y senadores. Seguramente este senador no se atiende en un hospital público, por
eso desde su lugar construye un mundo totalmente lejos de
la realidad.
Así que
todo este poder -el legislativo- tiene una enorme falta de comprensión ética y
moral sobre asuntos que hacen al poder que legislá leyes que rigen una
sociedad. Esta es la condición en la que nos encontramos, diputados que se han
dejado presionar y condicionar -seguramente por una conveniencia política- por
sectores populares radicalizados, movimientos feministas y la enorme comunidad
docente. Todos con su pañuelo verde ridiculizan a quienes no piensan como
ellos, ¡pero ellos tienen el poder! Así que en la caverna hay dos cosas que son
consecuentes con las condiciones de vida dentro de ella. La realidad, que esta
tan lejos que desde allí miran la apertura del sol, en el fondo de la caverna
esta la seguridad la conveniencia y por sobre todas las cosas situaciones que ponen
en evidencia las miserias humanas. En segundo, lugar la imposición de ideas que
no son concebidas en un ámbito que nos permite la convivencia dentro de parámetros
éticos y morales, al contrario, para ellos esto no es asunto de moral ni de ética,
que mas evidencia que esta, al saber que este es el predicamento de personas
que están alineados de la realidad.
Entonces es
hora de poner fin a esta controversia debemos como cristianos no apoyar con
nuestro voto a la mayoría de estos legisladores -diputados y senadores- ya que
la omisión del pueblo frente a la necesidad de ejercer su derecho no encontramos
en ellos la representatividad para poner nuestra voz frente a este flagelo
social. Hombres inescrupulosos y faltos de coherencia tratan nuestros asuntos y
desde allí imponen condiciones que son el echo de su realidad y no de la
sociedad, nosotros siendo la vox populi
hemos de poner fin por medio de los elementos democráticos a esta condición lamentable
de políticos que solo hacen de su labor legislativa una burda puesta en escena evitando
así ejercer su responsabilidad.
Mario Griguelo
11/7/2018
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