lunes, 4 de enero de 2021

LAS DOS ESPERANZAS

 


 

«Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa

de nuestro gran Dios y salvador Jesucristo» Tito 2:13

 

N

os encontramos en una época de incertidumbre, las dudas nos asedian constantemente. Me da la sensación que estamos llevados por la corriente de este mundo sin considerar las promesas del Señor que son apoyo poderoso de nuestra fe. La practica ritualista de la adoración y la confusión teológica se incrementa y, estamos aquí rodeados en medio de este fango doctrinal sin poder ver cual es nuestra esperanza en medio de tanta confusión y desesperación.

En estos últimos años Dios ha comenzado a poner las cosas en su lugar para preparar la escena de los acontecimientos, lejos este de mi ser un sensacionalista escatológico, o lejos este de mi hacer conjeturas proféticas que no están en las escrituras, tampoco quiero recurrir a los métodos hermenéuticos rebuscados para hacer decir a la escritura algo que ella no ha dicho, al contrario, debo someter mi razón a las escrituras.

Mateo 24:32 Jesús toma un acontecimiento natural para que los discípulos agudicen sus sentidos, hay dos palabras que ellos debían considerar en este texto, recordemos que esto es parte de todo un discurso que el señor les hace frente al templo, en el monte de los olivos. «de la higuera aprended…..sabéis que el verano está cerca». La observación de los acontecimientos nos hace asimilar lo que el quiso decir, entonces ahora después de un proceso de observación, se que en tiempo esta cerca. Es decir, todo se ha de cumplir irremediablemente, el hombre con sus sistemas no podrá impedir el advenimiento de Cristo Mateo 24:35.

Ahora observando un poco todo lo que hoy sucede, hay dos cosas que me llaman poderosamente la atención. Primero el pueblo judío y segundo los cristianos. Cada uno tiene diferentes esperanzas y la mismas al mismo tiempo. Y ¿Cómo es esto? Bueno, veamos.

Los judíos están esperando a su mesías de manera indirecta. Es decir que, ellos consideran que para que haya mesías, tiene que haber templo, consideran que no puede haber mesías sin templo. Por ende, ellos anhelan y desean tener su templo e incluso es casi esencial en la construcción de su teología escatológica. Durante los últimos años se les ha permitido a los judíos a acceder a lugares que antes tenían prohibido (ver fotos). Ahora cada viernes al ver la primera estrella del sahbat estos pueden acceder a la esplanada para rogar, y abogar por la construcción del templo.

Los cristianos -por otro lado- tienen algunos problemas. Estos consideran la esperanza en algunos casos como algo abstracto, tan fracturado y esquematizado al mismo tiempo que han matado la esperanza del pueblo, algunos líderes sensacionalistas e inescrupulosos. Y, -asalariados diría yo-. Han traído al pueblo “nuevos” vientos de doctrina escatológica. Que el amilenarismo, que el dispensacionalismo, que los premilenalistas, que los postribulacionismtas. Que esto, aquello y lo otro. Todo esto, nos ha llevado un mar de confusión y a un neo sectarismo tan nocivo que ha sacado de los cristianos las miserias que tan mal les han dejado a trabes de la historia. Todo esto, mis estimado han matado la esperanza de muchos. Y, la confusión ha reemplazado la esperanza.

En el A.T la palabra esperanza aparece 60 veces y en el N.T 51 veces. Aunque considero que los números no son relevantes, tanto uno como el otro tienen esta palabra usada de diversas maneras en diferentes contextos. Así que, la mirada escatológica de la aparición del Mesías en el A.T, es la misma que los cristianos en el N.T. Zacarias 14:4-7, Apocalipsis 19:11-19. Si duda estos pasajes, como otros tantos nos muestran que el Mesías vendrá, dicho por profetas por un lado y apóstoles por otro. Para unos, es su venida. Para otros su segunda venida. Para unos es su venida en gloria que confirma a Israel y para otros es su segunda venida que consuma todo lo antes anunciado, confirmado por Jesucristo y consumado con su presencia de gloria.

Entonces tenemos que admitir que hay dos esperanzas, una de un pueblo que ha sido colocado en esperanza y que pronto Dios traerá nuevamente a escena para cumplir todas las promesas hechas a sus padres, Abraham y David. Y notamos hoy que este pueblo por mano soberana de Dios va tomando su lugar para que las cosas comiencen a poner a Dios como protagonista de sus acontecimientos. Joel 3:16

“Y Jehová rugirá desde Sion, y dará su voz desde Jerusalén,

y temblarán los cielos y la tierra; pero Jehová será la esperanza de su pueblo,

y la fortaleza de los hijos de Israel.”

 

La otra esperanza, es la de los cristianos, estos en medio de sus propios conflictos, podemos decir que un remanente espera su venida. Mas allá de su posición escatológica debemos admitir que no podemos negar su segunda venida -para nosotros- personal, física y gloriosa. Esta a sido prometida a los discípulos judíos de los cuales después serían la iglesia. Mateo 24:25-31, Hechos 1:6, 10-11.

Hay entonces una doble esperanza, o para ser más preciso hay dos esperanzas la de un pueblo y otro. Pero en definitiva es una. «la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios» -Dios echo carne manifestándose en gloria Juan 1:1,14-. Entonces lo que si podemos decir es que Jesucristo es nuestra esperanza y nuestra gloria Romanos 5:1-2. Es el quien vendrá. «el señor mismo, con voz de mando» 1° Tes 4:16.  Es así que debemos reafirmar nuestra esperanza, cambiar la mirada existencial del aquí y ahora que es una especie de indiferencia a la importancia de su venida. El pueblo que no espera, que no esta expectante, que no mira cada día el horizonte pensando que pronto el Señor vendrá como sol de justicia, es un pueblo que no ha perdido la esperanza, sino que la ha abandonado.

En síntesis, dos pueblos, dos miradas y una esperanza, la de su venida, pero el pueblo de Dios debe tener condiciones para la espera. Primero, el deseo de «ser hallados» encontrados, «sin mancha» eso tiene que ver con purificación y santidad. Debemos entender que el autor está hablando a judíos convertidos. Y la santidad de la cual habla aquí, es tanto espiritual como física. Y segundo «irreprensibles» es palabra en el original esta en modo privativo, es decir una acción de Dios de buscar culpa, o condición. Pero el prefijo la condiciona y la coloca como se menciona el texto, «irreprensible» sin culpa. Es decir, es Dios que busca pureza total en el creyente Filipenses 2:15. Y por último, «en paz» la paz es algo característicos de los cristianos que han encontrado paz con Dios por medio de la justificación. Romanos 5:1-4.

Esta es la manera de conservar la esperanza de su venida, permanecer «sin mancha», «irreprensibles» y «en paz» que es lo que Dios buscara cuando el venga. Los cuestionamientos escatológicos nos han llevado a terrenos que nos hacen protagonistas de posturas antagónicas que no conducen a la esperanza sino a la impiedad 2 Timoteo 2:16. Estas condiciones nos han quitado las esperanza, la expectativa y el deseo de estar con el Señor en su presencia. La pregunta que me hago entonces ¿Cómo nos ha de encontrar el Señor cuando el venga? Cuando el venga ¿hallara fe en la tierra? Pero es un generalísimo hacer preguntas que no mueven la consciencia. Las escrituras deben modificar nuestra conducta.

Un pueblo santo -con todo lo que esta palabra implica- espera, a un Dios santo. Y en consecuencia sabe que pronto vendrá, si no es así y practicamos un existencialismo “piadoso” y de esta manera incurrimos en una acción tan soberbia y orgullosa como si Dios está obligado que bendiga nuestra vida terrenal. Nos olvidamos que somo extranjeros y peregrinos de este mundo. Hebreos 11:13-16, 1° Pedro 2:11. Estimados, esta es la identidad del cristianismo, el hecho de saber y confesar que no son de este mundo. Si Ud. no tiene esta visión de las cosas y la mirada de este mundo, entonces Ud. esta en el pueblo equivocado.

El pueblo de Dios tiene esperanza en su pronta venida, esperamos ver su gloria, esperamos tomar el lugar que prepara para nosotros. Creemos que porque el resucito vendrá físicamente a buscarnos para compartir con nosotros su justicia y su gloria, y esta es «la esperanza bienaventurada»….estar con él 1° Tes 4:17. «la manifestación gloriosa» es otro asunto, nos trae también esperanza. Es decir, una nos da esperanza de un encuentro y la otra, esperanza de una intervención. Es por esto que los cristianos debemos conservar la mirada fija esta preciosa esperanza, tener esta mirada cambia nuestra obediencia, nuestra adoración y aun nuestra forma de servirle. Creo entonces que la mejor manera de termina este escrito, es de la siguiente manera…..

«El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene». 1° Corintios 16:22

«Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser;

pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.

Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.» 1° Juan 3:2

 

«El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve.

 Amén; sí, ven, Señor Jesús.» Apocalipsis 22:20

 

Mario Grigüelo

4 de enero del 2021