"La historia es un testigo mudo inquebrantable, no se la
puede callar, no se la puede ignorar y a la hora de hacer una sana hermenéutica
surge la necesidad de estos dos elementos que contiene este breve escrito sobre
la reforma, el análisis y el revisionismo que son con el propósito de una
búsqueda de obediencia, aquella obediencia que tuvieron los reformadores al hacer frente a la enorme
desviación que el cristianismo tomo, cuando este (el cristianismo) comenzó a deteriorarse opto por contenidos tan
sutiles que no se dieron cuenta del nuevo paradigma que se estaba gestando.
Mirando hoy, y recordando aquellos oscuros momentos de confusión el
cristianismo está yendo hacia el mismo abismo, tomando una dirección que ya no
tiene horizonte, ¿acaso el cristianismo no los tiene? Un cristianismo basado en
las escrituras tiene su sentido de trascendencia, de perspectiva y de una
conciencia de todos los enunciados escatológicos dándole a esta línea una
convicción de lo que seremos en la eternidad, pero con una mirada en las letras
y un corazón en el mundo, mirándolo como una mies que necesita ser cosechada y
una tierra que esta lista para ser sembrada."
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