Hace ya tiempo, pero mucho
tiempo que vengo advirtiendo del peligro de la sutileza estos predicadores y
maestros que han incurrido en un ecumenismo práctico, pero quiero dejar en
claro que muchas de las cosas que he vertido son el contenido de un libro que estoy
escribiendo, por lo cual todo tipo de opinión debe ser echa en su contexto, lo
cual es considerable leer el material terminado, este me ha llevado a leer
muchísimo de historia y dejar desde un caudal de información, mi posición
crítica a todo movimiento evangélico, hacia toda iglesia e incluso a todo
hombre que dice que es mi hermano y practica el ecumenismo.
Desde hace más de 6 años que
vengo siguiendo la línea histórica del ecumenismo, llego a la conclusión que
estos hombres han pasado por tres etapas para llegar a donde hoy están, primero
pasaron por la etapa de RELATIVISMO, ellos sometieron las grandes doctrinas
absolutas la biblia, el evangelio y la iglesia; al plano de lo relativo. La segunda
etapa es la de ACEPTACION, ellos llevan a los creyentes a la amistad con otros “cristianos”, también practican la convivencia en acciones públicas
con políticos y otros credos y están llevando el ministerio a
al sincretismo católico/evangélico.
La última etapa es el
SOMETIMIENTO de ellos a todo el aparato Católico Romano como estructura de
poder, este sometimiento se ve por medio de oraciones, por medio de mensajes de
influencia y direccionamiento a la “maza evangélica” recomendando a la apertura
de donde esta pone primero, en un plano de relativo todo absolutismo doctrinal,
si Ud. mira detenidamente notara que siempre es la recomendación de aceptar a
la iglesia católica. Pero nunca de la otra vereda no hay un mensaje abierto y
directo para captar al movimiento evangélico como hermanos.
Así que para mí no es nada
nuevo esto que hoy sucede, y no es solo algo que amenaza la predicación del evangelio
NO, es una amenaza directa a varias cosas primeramente a la Biblia, que expone
este error, segundo a la iglesia que confunde la identidad de la misma y
tercero soslaya la verdad del evangelio, que no es simplemente un mensaje de
tres puntos, es una verdad, la verdad de nuestro Dios.
Así que, ¿ahora que tenemos en
nuestro tiempo esta amenaza constante por todas las aristas, nos acordamos de
criticarlos? ¿Ahora nos rasgamos las vestiduras, frente a estos hechos tan
nefastos de estos hombres? Cuando quien escribe esto fue y ha sido rechazado
por exponer esta situación desde hace años?, ¿si hubieran escuchado se habría
evitado? No pero al menos creo, si de muchos de nuestras “líneas” hubieran sido advertidos de este mal. Me parece que es
ilegitimo levantar polvareda ahora, elevándonos como una especie de “gurú cristiano” poniéndose como
infalible en estos temas. Esto sí que es ilegitimo, frente al silencio del
pasado y hoy ¿qué tipo de voz es esa? ¿Que descalifica a quienes hace años
venimos denunciando este mal?, ¿no será en cierto modo una nueva tendencia con
viejos modos de descalificar a quienes si tenemos autoridad para habla del
asunto? pero una autoridad no desde el autoritarismo descalificativo sino desde
la intelectualidad espiritual y piadosa, y bajo ningún punto de vista descalificativa
sino abierta a quienes se quieren sumar a esta batalla que no es nuestra oportunidad
para mostrarnos a nosotros mismo, sino lo hacemos como lo venimos haciendo
desde hace años tratando de concientizar a nuestros hermanos de este peligro,
pero escuchamos a cada hermano que nos escribe, y no descalificamos sus dichos,
ni obviamos sus comentarios, al contrario si notamos el error ponemos todo a la
luz de las escrituras para que sea ella quien corrige el error. Es por esto que
invitamos a todos los hermanos a un debate sobre este asunto, pero un debate
sensato, coherente, maduro y santo. No para que expongas su dotes teológicas
sino a una discusión sana que sea de edificación para los hermanos, pero
principalmente para aunar una voz caracterizada por una verdad insustituible,
la biblia, un mensaje transcendente, el evangelio y un templo único en esta época,
la iglesia.
Desde ya gracia a todos y Dios
nos guarde y nos bendiga en este tiempo, y seamos luminares en este mundo esa
es mi oración.
Mario Griguelo
Lima
Buenos Aires