Estas interpolaciones de textos son muy relevantes para
la condición de un siervo de Dios. Son textos que evidencian los peligros que
podemos correr frente circunstancias de todo tipo.
Pero puntualmente, la cuestiones morales -o para ser más precisó-
la falta de santidad es lo que caracteriza a muchos en el día de hoy. La falta
de santidad se puede manifestar de muchas maneras, y no precisamente tienen que
ver con cuestiones de moral o inmoral. Es falta de santidad. Digo esto
por el simple hecho de que lo moral y lo santo no son cuestiones equivalentes,
no es lo mismo. Uno puede ser moralmente correcto y no ser santo.
Pero, el motivo de este escrito no es una disertación de la
cuestión planteada, sino una profunda preocupación de hombres que en el ejercicio
de su ministerio “caen” decimos en la
jerga cristiana. Si me remito a unos años atrás estas cuestiones eran esporádicas
y escandalosas. Hoy es común, casi diría yo, “aceptable”.
Mi preocupación, es que se hay hermanos, siervos de Dios
que son íntegros, buscan el bien de sus ovejas y de la obra de Dios y por ellos
he tomado un compromiso de oración para que Dios les preserve de cuestiones que
rodean a sus siervos.
Por otro lado, hay una seria de cuestiones pre-concebidas que la cabeza de cada
hombre tiene como impronta que condicionan su servicio, este busca ir mas allá
de sus límites. Y se auto convence de que lo puede hacer. Una caída no siempre
es amoral.
Tengo conversaciones con pastores y hermanos que están en
el ministerio y eso me lleva a la consideración de cuestiones que veo y que
hemos conversado sobre este asunto, y noto esas cuestiones pre-concebidas fueron evidenciadas por las escrituras.
Lo primero que un hombre tiene en el ministerio es presunción
de su persona y ministerio: ellos creen que pueden hacer lo que hacen por lo que
son. Ellos creen o se creen prescindibles.
Lo segundo, un hombre tiene presunción de su trayectoria: los años de ministerio son
en cierto modo un punto tedioso para la obra y lo más grave, para la iglesia. Las
iglesias se han transformado en cuevas de hombres enquistados en el ministerio y no de hombres llamados al ministerio.
Y lo tercero, un hombre tiene presunción de proyección: el ministerio y la ornamentación
de este, no es otra cosa más que proyectarse a sí mismo. Tanto en lo personal y
económico. Se busca allí la seguridad en todos los aspectos para hacer frente a
la vida.
Permítame dejar algunas cuestiones que parten de textos bíblico
que no evidencian o nos muestran las situaciones que afrentamos.
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu
corazón;
Porque de él mana la
vida”
Prov 4:24
Hemos tomado este texto como un slogan y no como una recomendación
directa de las escrituras, este texto nos da una recomendación central. Este texto
evidencia dos cosas muy importantes primero, que “sobre toda cosa…guardada” me llamo la atención el
sentido original del texto, la palabra tiene una implicancia sobre lo que se
nos ha conferido, como si fuéramos un guardia que cuida un valor ajeno al
nuestro.
“guarda tu corazón”
es una implicación directa a la oración anterior, es decir que lo de valor, lo
que verdaderamente tiene valor para Dios es el corazón. 1ª Samuel 16:7, 1ª
Reyes 8:39, 1ª Crónicas 28:9. En la medida que uno se deja enseñar por el texto
nos damos cuenta que Dios tiene muy en cuanta el corazón de sus siervos; los
conoce, sabe lo que hay en su interior.
Digo, me pregunto ¿de dónde salió hoy tanta inconciencia?
¿tanta insensibilidad al otro? ¿Cómo puede ser que los siervos de Dios no
tengan una conciencia de sí mismos y de Dios y su presencia? Bueno, es porque
han tomado este texto como un slogan y no como una premisa directa de Dios.
Pero más allá de esto, este texto tiene un contexto que debemos
considerar. Esas consideraciones son una alerta a tener en cuenta con la consideración
directa al corazón. En el ambiente laboral nos capacitamos en el conocimiento
del tipo de alarmas que hay, y cuando escuchamos ciertos tipos de sonidos,
sabemos cuál es el riesgo.
De esta manera entonces el libro de Proverbios nos da las
advertencias y pone la atención sobre ciertas condiciones del corazón, estas
condiciones son un riesgo diario que enfrentamos, pero también en otros casos
un recordatorio constante.
Lo primero que veo en proverbios es la reiteración constante
de tener un corazón afianzado al temor de Dios, es una condición necesaria para
todo lo demás, por otro lado, las múltiples implicaciones que este libro tiene
son sobre cuestiones del corazón del hombre que tiene como ejercicio la fe
constante y diaria, es decir que se da por entendido al lector que el sujeto
cree que Dios es por lo tanto le
temo, esa mi estimado; es la premisa del A.T.
Por lo tanto, el corazón del que cree debe considerar el consejo:
5:2 aquí en este texto hace alusión a la dinámica que produce el concejo, es el
que está atento por lo tanto oye vs 1, 4:13 guardar el concejo es el
resultado de una predisposición previa. No se puede aconsejar a quien no quiere
oír ni prestar atención a un asunto. Sumémosle a esto entonces, la tragedia que
esto trae para un hombre, consideremos en lo que se convierte un siervo cuando
este no oye ni escucha a otros.
El corazón del que cree debe considerar la verdad:
4:1-9. Note como este texto hace un énfasis sobre “la enseñanza de tu padre”…vs 4 “él
que me enseñaba , y “me decía”…amala vs 6…engrandécela” vs 8. Estos concejos asociados con la verdad tienen
como propósito de preservar y conservar al hombre en la verdad, más allá
del corazón y el puro existencialismo que los predicadores de hoy proclaman, está
implícito en sentido de la verdad. Los siervos de hoy están más interesados en sus
experiencias que en la verdad, más en sus disfrutes que en el contentamiento; y
como la escritura es una alarma constante por su eficacia, esto recurren a la psicología
para acomodarse en sus status quo ministerial. No se puede ocultar la verdad
por medio de un negacionismo ministerial. La verdad, es la verdad y esta no
depende de nosotros ni de nuestra teología, por otro lado, nunca la verdad está
sometida a la teología, sino que de la verdad se debe desprender y proceder una
teología sensata y escritural.
También, el corazón que cree debe considerar el pecado:
5:22, 6:32 capitulo 6 y 7. (leer) estos textos son la evidencia de la amenaza
del pecado en la vida del hombre, estos tienen una enorme implicancia sexual,
en el capítulo 5 se exhorta a tener pureza sexual e incluso a singularidad
sexual que un hombre debe tener con su esposa, aunque cree que el texto es más explícito
dentro de la literatura oriental sino mire Cantares 4 allí notara el sentido de
la pureza en la sexualidad matrimonial. Digo, me pregunto si las escrituras son
tan directas y explicitas en cuanto estos asuntos, entonces porque los hombres caen
y se descuidan es esta área. Sera ¿la presunción? Será ¿la falta de consideración?
O que, yo no los sé, pero si estoy seguro que el descuido, la desidia personal
es uno de los factores más comunes de la vida de un hombre, el abandono
personal extremo es la evidencia de un descuido interno. Es entonces de esta
manera donde el hombre que está en el ministerio arma una maquinaria mental que
lo llevan a la caída, hace un puente en las alarmas activadas para que esta no
adviertan el peligro.
Hace muchos años, uno de mis pastores nos enseñó sobre el
corazón de un siervo, todavía conservo ese pedacito de cartón, que me lo dieron
cuando yo tenía tan solo 17 años. Hoy tengo 53 años y siempre miro ese viejo cartón;
que está allí arruinado por el paso del tiempo. Y ¡valla que me han sucedido
cosas! Pero ese cartón tiene enseñanzas escritas en el que fueron un ancla en
el tiempo, mis estimados hermanos; eso es conservar el concejo. Y esto no me
hace mejor, ni peor sino un simple hombre diminuto y dependiente de cuantas
cosas me suceden y te suceden a ti a diario en tu ministerio.
Si hoy vemos que hombre “grandes” caen y son acusados de
una cosa u otra no te eleves, no juzgues ¡depende! ¡depende! depende de la
gracia, constantemente de la gracia ya que esta es el único medio de estar conservados
por la verdad y preservados por la verdad.
Cuando veo grandes hombres
proyectando grandes sombras
eso significa que el sol está en
su ocaso
N. Gimenes
Mario Griguelo