miércoles, 1 de julio de 2015

Extractos de Apologia

Después de leer varios libros sobre la problemática social, llego a la siguiente conclusión, aunque es simplemente una opinión que he formulado como resultado de una investigación y no como fruto de conversaciones cristianas que excusan su indiferencia diciendo “son los últimos tiempos”. Hacer uso de la apologética doctrinal, la cual requiere conocimientos amplios de la intelectualidad secular, y de esta manera poder enfrentar la discusión con cesantes y evitar ponerse en una condición de ridiculez, llego a la conclusión que, no se puede hacer un cruce constante en la discusión y defensa de las escrituras y las verdades que de estas se deprenden. El hombre,  ha llegado muy lejos en su condición fuera del Edén, pero más allá de lo lejos que este se encuentre de aquella condición Edénica, no escapa de su condición, es por esto que la discusión se hace nula cuando hay un intercambio, llevando el evangelio y sus contenidos al plano de lo relativo. Así que, la discusión debe ser desde una acción y concepción a la hora de presentar el evangelio y sus verdades, conscientes de que estas son verdades absolutas y no merecen (por ser Vox Dei y no Vox Populis) ni pueden ser puestas en duda por todo expositor, entonces la discusión apologética debe ser hecha desde este plano, sabiendo y teniendo la convicción que el evangelio es poder de Dios, así que toda construcción apologética debe tener prioritariamente la herramienta de las escrituras inerrantes, y más allá de una estructura intelectual, secular, es necesariamente una estructura teológica la cual regula toda discusión en el plano de la sensatez y el orden.