A través de
la historia del A.T Dios ha manifestado su soberanía de muchas maneras,
primeramente, en referencia a su pueblo y en segundo lugar ha sus propósitos. Y
entendamos bien estos dos aspectos. Dios ha manifestado su soberanía hacia y
sobre su pueblo (Israel) en momentos críticos. Este manifestó su
intervención, cuando Israel se encontraba asediado por faraón frente al mar
Éxodo 14:14, 40 años después Moisés recuerda este evento en Deuteronomio 1:20. También
en los 40 años de peregrinación de Israel Dios siempre tubo soberanía sobre su
pueblo.
Por otro lado,
Dios fue soberano sobre su pueblo cuando este este era una plataforma de idolatría,
es decir que cuando Israel se inclinaba hacia la idolatría o era indiferente a
su gloria Dios intervenía. Hay dos elementos significativos en su historia. El
primero, en tiempo de Saul el pueblo descuido sus deberes de adoración y
perdieron el arca del pacto, y la gloria de Dios fue traspasada (el Icabot 1°
Samuel 4:22). Luego después muchos años la gloria de Dios es retirada de
Israel (Ezequiel 10) como anticipo de lo
que venía al pueblo como diciplina. También Dios demostró su soberanía frente a
la intensificación de la idolatría he intervino para preservar su remanente y
venir de manera impetuosa por medio de Nabudonosor para desterrar a su pueblo
del lugar que Dios eligió como asiento de su gloria -Jerusalén-.
Estos eventos
son muy importantes a la hora de ver a Dios como soberano, esto nos hace
entender que Dios ha de manifestar su gloria por medio de su soberanía
interviniendo en su pueblo cuando este es descuidado y cuando su andar expone al
mundo un concepto deformado de Dios. Por esto Dios interviene desde su
soberanía a veces para sustentar a su pueblo, para contenerle e incluso
sostenerle, y otras veces interviene en su pueblo para juicio. 1° Pedro
4:15-19.
En estas
circunstancias que estamos viviendo debemos confiar en su soberanía, pero bajo que
parámetros, cuáles son las herramientas tangibles que nos impulsan a confiar en
Dios. Bueno veamos algunas de ellas
1. CONFIAMOS
EN LA VERACIDAD DE SU PALABRA: esta nos muestra todas las
intervenciones de Dios en la historia del hombre, en dos aspectos. Primero para
manifestar su gloria y segundo para manifestar su plan. Su palabra nos da
testimonio de estas dos cosas. Note el siguiente texto de Romanos 15:4
“Porque las
cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de
que, por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. Pero el Dios
de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según
Cristo Jesús”
El texto el
claro en cuanto a los que antes se escribió, -las cosas que se escribieron-
esa palabra escribieron nos da la idea de presentación de antes,
entonces Dios se encargó de mostrar de ante mano como es su actuar en nuestras
vidas, pero principalmente en situaciones específicas. Salmos 32:8. Dios fija
sus ojos sobre nosotros con el propósito de entender que nos sucede en
nuestro interior y que sucede a nuestro alrededor. Eso es sabiduría según las
escrituras, es lo que en las cartas de Pablo lo llama sobriedad 1° Tes 5:6. 1°
Pedro 5:7-8.
2. CONFIAMOS EN
REALIDAD DE SU PRESENCIA: es indudable que la veracidad y la eficacia de su palabra no lleva a
tener una comunión con él, pero además debemos saber que su presencia no nos
falta, el siempre esta. Ahora veamos en el texto esta grandísima promesa que
nos da el señor. Juan 16:33.
“Estas cosas os he hablado
para que en mí tengáis paz.
En
el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”
Note el texto
diciendo estas cosas he hablado esa frase esta en un tiempo del texto
griego como lo que fue dicho permanece, tiene relación con lo que Cristo dijo
de si mismo y sus palabras, siempre están y confirman la autenticidad de su
persona, pero también confirman la autenticidad de sus propósitos y la
veracidad de su presencia. Debemos confiar en su persona y eso nos traerá paz, para
que en mi tengáis paz. También esto no nos hace evadir la realidad en el
mundo tendréis aflicción. Y esto nos pone en perspectiva. Y por último no
llama a confiar, ya que el en su soberanía redentora él ha vencido al mundo.
Pero confiad, yo he vencido al mundo. Dios siempre esta, aun mas allá de
nuestras circunstancias.
Entonces debemos tener en este tiempo dos fuertes pilares que nos han de
sostener en estas circunstancias del COVID-19. Demos confiar en su palabra y
confiar en su presencia que nos trae seguridad, esperanza y la convicción de su
palabra y su persona. Dios no se condiciona por una pandemia, no se limita. Se
revela en cualquiera sea la situación que atravesemos porque allí en momentos
de mucha aflicción Dios revelara nuestra condición y quienes somos. De la misma
manera que el revela nuestro ser, se revela a si mismo para darnos seguridad
como pastor. ¿confía Ud en su Dios? ¿sabe Ud. que Dios no le deja como su hijo?
Oremos para que en este tiempo podamos confiar en Dios siempre estando seguros
de su palabra y de su presencia por siempre. Mateo 28:20
Mario Griguelo
25/03/2020
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